U. H. pregunta: ¿Qué quería decir el líder del PSM, Biel Barceló, cuando afirmó que "si no se respeta a las Islas, el partido deberá plantearse qué valor añadido representa formar parte de España"?

Sacar a pasear los sueños.

Después de los años, con perspectiva, ya se les entiende todo. Aunque, ciertamente, ha costado tiempo… Mas, ahora las claves ya son de dominio público. Cuando los nacionalistas en general y los pesemitas en particular, no saben que soluciones adoptar ante problemas reales, sacan el recurso a la segregación, separatismo o independencia. Ahora, ante la crisis, para no quedar tocados por las decisiones difíciles y comprometidas toca marear la perdiz. Sacan a pasear los sueños aunque bien pensado pudieran ser pesadillas.

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¿De que se rie, qué le da tanta risa?

El Gobierno pretende eliminar unas 100 subdirecciones generales de las 1.095 existentes en la Administración del Estado: ¿es una medida acertada? ¿debería suprimir muchas más?


¿Qué ahorrarán?




Se trata de reducir gasto público. Se pueden suprimir subdirecciones; pero las competencias subsisten en otro organismo. Sin duda se puede seguir gastando. Lo mismo o más. Hay que cortar por lo sano. Esas supresiones no lo garantizan. Debe abandonarse la idea de que el dinero público no es de nadie, como dijera una ministra del inefable ZP. Debe administrarse como un buen padre de familia. Ni más ni menos. No nos deben decir que organismos van a suprimir, sino cuanto nos van a ahorrar. En eso estamos. No en otras cosas.

¿Es un acierto o un error que las autonomías gestionen el 40% del gasto público?


La historia de un error


Ha sido un error. Muchos pensamos que acercar a los ciudadanos el centro de gestión y decisión de los asuntos públicos sería buena, se administraría mejor; y no ha sido así. Sino todo lo contrario. Nos hemos instalado en una dinámica irracional, si no loca, de reivindicaciones competenciales y gasto sin fin. Y lo peor es que parece irremediable. Pues hay incansables defensores de ese despropósito colectivo en quienes son sus beneficiarios netos… Para esos es, sin duda, todo un acierto. Una vez más la relatividad.

¿Qué debe cambiar en el país para se recupere la confianza y se emprendan iniciativas para salir de la crisis?


Cambiar el talante


Lo primero que hace falta es saber que hay que cambiar. Es el primer cambio. Sobre todo cuando ni se quiso ver en un principio que hubiera crisis, ni se reconoce esta en toda su intensidad, que alcanza lo moral. Cambiar… Debe cambiarse el talante, en serio. Lo que quiere decir que ZP debe desaparecer cuanto antes del panorama político español. Pues es el genuino político que se debe evitar. No se trata, pues, de cambiar lo accesorio para que nada cambie. Lo que tanto gusta a los colocados. Se trata de cambiar de verdad.