
necesitamos, más que nunca que los Reyes que vienen de donde sale el sol, se porten bien con nosotros, nos sean favorables, aunque no nos lo merezcamos, pues hemos sido malos... O, por lo menos, imprudentes al dejar la crisis en manos de queien la hemos dejado.
¡No perdamos el humor y seamos monarquicos por un día!
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