Las perspectivas electorales del PP y la corrupción

Las perspectivas electorales del PP están ahí, pese los episodios de corrupción, no porque el e lectorado sea indiferente a ese fenómeno criminal, sino porque sabe distinguir y ha entendido, entre muchas otras cosas, el mensaje lanzado en su momento por Bauzá de que los imputados y los que no estén libres de toda sospecha no van a ser candidatos. Que el partido, en adelante, va a prescindir de ellos. Cosa lógica, por otra parte, salvo para algún afectado desnortado. No me cabe duda. Ahí a buen seguro está el mérito de Bauzá en los resultados de la encuesta. El electorado sabe, entre muchas otras cosas, que la corrupción es inevitable, que va con la condición humana. No en vano se dice que el poder corrompe. Lo importante, además de establecer un sistema jurídico que la haga difícil, es la reacción que se adopta una vez producida. El que la hace la paga, debe ser el lema. Pero la paga el que la ha hecho. Ojo. No otros. Porque también parece saber el electorado que no se puede condenar ni a la familia de los traficantes de drogas ni a los compañeros de partido de quienes hayan sido corruptos. Por mucho que algunos lo intenten... Que, por cierto, si lo conseguían sería a costa de hacer retroceder varios siglos la política criminal. Ya no se condena, hoy en día, a toda la familia por el crimen de un miembro de ella. Como ocurría en otros tiempos, remotos ya. Lo que, sin embargo, parecen pretender algunos perseguidores de adversarios desde los foros criminales.