Desde mi renglón, respondo:
Ahora prudencia.
En la persecución de los delitos debe primar el principio de legalidad a cualquier otro. La piratería es un delito y los piratas delincuentes; y como tales debemos tratarles. Nuestra sociedad ha vivido secuestros y se ha sabido como actuar para su solución, más o menos costosa en términos de sufrimiento. No debemos olvidar, para no repetirla, una época pasada en la que, para luchar contra el terrorismo, se intentó primara el principio de eficacia, en detrimento del de legalidad; ocurriendo que ni siquiera se consiguió la eficacia y lejos de solucionar el mal,se acrecentó. Prudencia, pues, ahora hasta en las opiniones.
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